El balance

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Entendemos por recurso, todo aquello que existen en una organización en un determinado momento y que pueda expresarse en unidades monetarias, dinero en caja, un mueble, un local, etc.

Conociendo la totalidad de los recursos existentes en una organización, podemos preguntarnos, ¿de donde proceden estos recursos? la respuesta se llama pasivo, ¿como están utilizados estos recursos?, la respuesta es activo.

Es evidente que activ0=pasivo. Como en cualquier momento ha de cumplirse, la igualdad activo=pasivo, «contablemente» cada suceso debe traducirse al menos en dos movimientos o sucesos (asiento contable), para no desequilibrar esta igualdad. El balance es un resumen de la posición financiera de una empresa en un momento determinado del tiempo. Lo constituyen dos bloques, activo y pasivo, de igual magnitud.

La condición básica que debe cumplir un activo, es ser poder producir beneficios futuros. El activo puede clasificarse en dos partes, activo circulante (corriente en nueva NIC, normas contables internacionales), definido como el conjunto  formado por caja y otros que se supone se transforman en caja, se venderán o se consumirán durante un ciclo operativo de la empresa o en un plazo inferior a un año. El activo inmovilizado (no corriente, en NIC) son aquellos que producirán beneficios económicos a la empresa a lo largo de varios ejercicios, ejemplo terreno, maquinarias, locales, etc. El activo clasifica los recursos atendiendo al criterio de disponibilidad del valor monetario de los recursos, arriba menos disponibilidad (ejemplo, un terreno, habría que venderlo para poder disponer de su valor en dinero), abajo mayor disponibilidad (por ejemplo, la caja, es dinero líquido, máxima disponibilidad).

El pasivo resume las fuentes de financiación utilizadas por la empresa para la adquisición de activos. los clasifica atendiendo al criterio de exigibilidad, arriba menos exigibilidad (ejemplo apotaciones de socios), abajo mayor exigibilidad (prestamos bancos por ejemplo). Existen dos tipos de fuentes, recursos propios y recursos de terceros. Los recursos de terceros son las obligaciones que tiene la empresa con terceros (proveedores, bancos, etc.). Al conjunto de deudas se le denomina pasivo exigible y se suele clasificar en exigible a corto y a medio y largo por otro, que se suele convenir en deudas de tiempo mayor a 12 meses. Fondos propios son los aportados directamente por acciones o beneficios sin distribuir.

En ocasiones, aunque la expresión no sea del todo correcta, la suma de fondos propios y exigible a largo plazo se le llama recursos permanentes.

Activo = Fondos propios + Fondos de terceros

Aquí hay dos cuestiones, primera si el activo va a estar toda la vida a nuestro servicio, evidentemente una máquina tiene un tiempo de vida útil. Otra cuestión,  es la disminución del saldo de la cuenta de «operaciones» en el momento de la compra, o bien en el otro extremo, mantener el inmovilizado en el activo hasta que llegue el momento en que se demuestre inútil, dándolo entonces de baja como un gasto en «operaciones». Los estados financieros representan un compromiso entre fiabilidad y utilidad, y el aumento de una menoscaba la otra. La contabilidad dicta un termino medio  en base a ambas opciones, optando por la periodificación o reparto del coste del inmovilizado a lo largo de la vida últil estimada, denominada amortización. Esta aparece en el balance mediante asientos de ajuste correspondientes a las cantidades de cada periodo.

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